Libro Alexis El Camino De Un Cra
De hecho fue Orope la segunda parada legal en el camino hacia el interior del país, pero ilegal en su proceder. Esta vez la Policía Bolivariana nos ordena abrir la cajuela del carro y en voz baja le pide al conductor una cuota para dejarlo seguir sin revisar el vehículo.
Libro Alexis El Camino De Un Cra
Las trochas o pasos ilegales son marañas de caminos angostos y polvorientos que se extienden hasta algún lado del río en la frontera y por entre ellas desaparecen a diario decenas de camiones que burlan la orden de cierre de la frontera.
Con marcado acento colombiano solo alcanza a preguntar por los nombres de cada uno de nosotros y nos mira de pie a cabeza cuando su teléfono suena. Al otro lado de la línea parece que los problemas son mayores a los que puedan representar unos pescadores artesanales y con un gesto de mano autoriza que sigamos el camino.
Poco después el camino está despejado y caminamos como condenados directo al paredón. Desde la distancia un soldado alto y lánguido nos ve venir y de inmediato se para de su silla, mientras el hombre de civil que los acompaña le quita el dinero a una mujer que lleva con orgullo una camiseta con los colores de la bandera de Venezuela.
Con ocho mil bolívares menos en el presupuesto, recogemos los paquetes para seguir el camino; mientras tanto ya los oficiales de la Guardia Nacional tienen retenida a la próxima víctima. Convencidos de que la situación había sido superada, continuamos el camino pero esta experiencia con los miembros de bandas criminales sobre el paso internacional estaba lejos de terminar.
Sin más excusas para estar sobre la vía que una falsa fórmula para ir del lado colombiano a conseguir algunas medicinas, que también escasean en Venezuela, tomamos este paso ilegal pasadas las 2:00 de la tarde sobre una motocicleta y con un sol que ambienta el camino infernal.
Víctor, quien en realidad tiene otro nombre, ha sido compañero de aventuras ilegales del guía que nos acompaña y al encontrarlo en este camino presume de estar haciendo cobres (dinero) con el aluminio.
Justamente, unos metros más adelante y tras casi una hora de camino por la trocha, aparecen dos enormes complejos para el acopio y contrabando de gasolina, donde permanecen parqueados varios camiones con canecas de 55 galones y otros más grandes con canecas de 1000 litros, a la espera de poder cruzar durante la noche en caravana hacia Tibú.
La vía es amplia y el suelo es testigo de los litros de gasolina que por alguna razón se han derramado por este camino, en adelante como recubierto de alquitrán, donde el olor a combustible domina el ambiente y la visión se hace difusa por efecto de los gases asados al calor de la región.
En este punto de la geografía venezolana es casi imposible salir con el bolsillo ileso de la veintena de puestos de control militar que habremos de encontrar. Por eso acatamos el consejo del conductor que nos lleva a Maracaibo, de sacar aparte un fajo de bolívares para irlo repartiendo proporcionalmente en el camino.
Pocos de quienes a esta hora de la mañana ya hacen enormes filas en las estaciones de gasolina saldrán camino a la alta Guajira venezolana para lograr en un solo viaje el equivalente a tres salarios mínimos mensuales en Venezuela.
La danza de la gasolina inicia también por esta vía, al lado del Golfo de Venezuela, y antes de media hora de camino el primer fajo con cinco billetes de 100 bolívares queda en manos de un sujeto de civil, paramilitares venezolanos, quien lo recibe y de inmediato se lo entrega al guardia.
La situación se repite a lo largo del camino en municipios venezolanos como Santa Cruz de Mara, San Rafael y Sinamaica, y hasta llegar a Paraguipoa, el municipio más cercano a Paraguachón y a Maicao, en La Guajira colombiana.
Estas escenas se repite a diario por todas las estaciones de servicio ubicadas a lo largo de la frontera con Colombia, aseguran los pobladores, y para poder acceder rápidamente sin el chip deben trasladarse una hora más adentro de camino hasta Santa Bárbara del Zulia.
El carro de Rafael hace parte de ese museo de vehículos viejos en que se han convertido las calles de todos los municipios fronterizos con Colombia. Con unos tanques con capacidad para almacenar hasta 140 litros de gasolina, los viejos modelos de los años 70 y 80 de Chevrolet Malibú o Caprice son los reyes del camino. Aunque en el interior del país se consiguen en tres o cuatro millones de bolívares, en la frontera algunos que apenas caminan no bajan de 10 o 12 millones de bolívares.
Después de diez minutos de camino por entre la polvareda, Jimaai golpea fuerte y rápido el techo del carro en señal de que hemos llegado y nos pide entrar en una vivienda donde tres niños menores de dos años dan sus primeros pasos alrededor de 21 toneles de 230 litros de gasolina.
A quince minutos más delante de camino, nos desviamos e ingresamos en otra Ford Bronco de color negra a un patio enorme, detrás de una construcción abandonada, donde el precio que se paga por la gasolina iguala los 14.000 bolívares de Jimaai.
La mancha de combustible derramado sobre el piso de tierra y el olor incesante a gasolina delimitan perfectamente el camino. Sin embargo, otro muchacho, algo mayor que Jimaai, nos explica cómo ingresar y dónde parquear.
El sabio tuvo dos hijos; el mayor, Indra, era un genio que había heredado el chakra y los ojos de su padre, y su facilidad, así como su agudo sentido del combate, lo llevaron a creer que todo era posible con su poder; el más joven, Ashura, era un fracaso que no podía hacer nada sin grandes esfuerzos y la ayuda de sus camaradas. Sin embargo, con el tiempo, el chakra dentro de Ashura floreció, y adquirió un poder equivalente al de su hermano, pero se dio cuenta de que su fuerza provenía de sus compañeros y de lo que significaba cuidar de los demás; terminó concluyendo que era el amor y no el poder lo que impulsaba todo lo posible. Al ver evolucionar a sus dos hijos, el sabio termina dándose cuenta a su vez de que crear lazos y cooperar con sus compañeros era el verdadero camino hacia el poder; creó los demonios con cola y convirtió a su hijo menor en heredero del ninshu, con la esperanza de que su hermano se uniera a él, pero este último no aceptó, alentado en secreto por el Zetsu negro de Kaguya a iniciar una guerra fratricida. Cuando los cuerpos de los dos hermanos fueron destruidos, el chakra que tenían en ellos no se evaporó, sino que reencarnó de generación en generación; Hashirama Senju y Naruto se convirtieron así en las últimas encarnaciones de Ashura, y Madara Uchiha y Sasuke, las de Indra.
Educamos a nuestros alumnos para que profundicen en el misterio de la persona que camina hacia la fe y fomentamos el diálogo fe, cultura y vida a través de la Enseñanza Religiosa Escolar. Contemplamos una pastoral sistémica y de procesos donde nuestros alumnos y antiguos alumnos tienen la oportunidad de iniciar un camino de catequesis que les permite crecer en la fe en Cristo. Pieza fundamental son los educadores, agentes de pastoral, a los que ayudamos en su crecimiento personal y de fe. Desde el proyecto de Misión Compartida favorecemos su identificación con el ideario de centro y les animamos a que se comprometan en la transmisión de los valores evangélicos y al estilo educativo franciscano.
Comentarios:OSSRespetados compañerosAprovecho este medio para agradecerles a todas las personas que de unau otra manera se vincularon a las actividades que la LIga de Karate deBogotá Organizó, sin su invaluable colaboracion muchas de ellas noserian el exito que fueron.Para 1998 solo falta decir FEliz Navidad. Para 1999 muchas felicidades,el firme proposito de ser los mejores o dejar una huella intentandoserlo.El camino apenas comienza, es largo y tortuoso, por ello no debemosdesfallecer, es necesario apoyar a nuestra FEderación, a nuestrasLIgas, y en especiala Nuestros CLUBES.felicidades y nuevamente gracias OSS.Luis Hermes Pachon RomeroDirector Deportivo LKBYolanda Rodríguez - 12/01/98 18:53:52Mi Email:YolandaRO@hotmail.comDireccion: Av. Pedro de Heredia, Sector Espinal # 18a-25 Acripinturas del CaribeTeléfono: 6663289País: Cartagena-Colombia
Comentarios:Al ser el visitante número 200 de este home page, me siento muy feliz por todos sus comentarios. No olvide firmar el libro.César González - 03/14/98 04:10:16Mi URL: Mi Email:bushi@iname.comPaís: Uruguay